miércoles, 6 de abril de 2011

La suela chocosa.

Había una vez una hermosa suela de zapato, toda bonita, educada, limpia y reluciente, con ganas de vivir y ser usada, aplastada por los pies de cualquier ser humano digno de ella. Un buen día... así de la nada fue tomada por una niña que se notaba que ¡le daba vuelo a sus zapatitos!!!  Se veía que sus agujetas tenían miedo.
La primera vez que fue puesta en el suelo, saludo a Don suelo ansiosa de hacer nuevos amigos, el resultó ser muy amable, la saludaba con mucha afección pero a medida que se movía, conocía muchas tipos de suelos  y cada uno era super diferente. La suelita ya sucia pero igual de feliz, pasaba días bajo la cama, esperando con mucha emoción poder salir a ser pisoteada haciendo lo que más le gustaba, ¡estar allá afuera en el humus!
Un día salio, muy emocionada y estaba tan entusiasmada porque estaba en donde quería, en el único lugar en donde se podía sentir viva,  haciendo lo que mejor podía hacer: Ser aplastada por los 35 kg, de la niña que los usaba. El momento llegó al fin y suelita salió a muchos muchos muchos muchos muchos lugares nuevos. Conoció al pasto, que se porto como todo un caballero, se adaptaba a los pasos que la nena daba. Luego llego a un lugar super bonito, que se presentó como alfombra y que le ayudo a descansar del ajetreado paseo en el parque. Más tarde se encontraba en un suelo horrible, que era desagradable y mala onda.  Lastimo tanto a esta suelita que hasta lloró, cuando llego a su casita volvió a estar bajo la cama, temerosa y con miedo de volver a salir. Se sentía triste y lastimada, el colchón la escucho llorar y le pregunto qué sucedía, ella le contó todo pero el colchón que era sabio le dijo que las experiencias que se viven día a día eran necesarias para recordarnos quienes somos y que no todas eran lindas ni agradables, que existen algunas dolorosas para que al vivirlas reconozcamos lo que nos forja a ser mejores y sin las malas, las buenas no serian valoradas.
Desde esa día suela se encontró con cada suelo diferente afrontándolo de la mejor manera pero nunca dejando que la quebrantara.

¿Afecta al país que las personas reciban educación profesional?

En México cada año egresan más de 407 mil profesionistas  según datos de la SEP entre nivel superior y posgrado, lo cual es una cifra exorbitante tomando en cuenta que las fuentes de empleo ofrecidas  por nuestro sistema económico mexicano son muy pocas. Pero, ¿Por qué son pocas? ¿Por qué México no cuenta con la suficiente capacidad como para lograr explotar todos los recursos que lo caracterizan como un país lleno de potencial material?
La República mexicana esta principalmente compuesta por  valles y tierra fértil, entonces ¿Qué hacemos buscando que grandes y monstruosas empresas pueblen esas tierras en lugar de poner a trabajar a lo que verdaderamente nos dejaría incursionar como potencia financiera?
Ciertamente, desde la antigüedad las actividades primarias como caza y recolección de frutos  han sido la base para el progreso del ser humano; No obstante este tipo de actividades han sido subordinadas ante los estragos que las industrias manufactureras han logrado. El querer hacer uso de las tierras se ha destinado a un minúsculo sector de la sociedad denominado “campesinos”  quienes viven en un medio rural y tienen como característica el ser en su mayoría analfabetos o sin estudios que superen la primaria.
Fromm y Maccoby (1985) asumen en su publicación del carácter de los campesinos mexicanos que son "aquellos vecinos de un pueblo cuya ocupación principal es la agricultura, aunque también pueden trabajar como alfareros o pescadores" (p. 16).
A la llegada de Porfirio Díaz a la Presidencia Mexicana, ocurrió un fenómeno digno de  mencionar: Los latifundios, que eran gigantescos terrenos dedicados a la producción de semillas, comúnmente dirigidos por capataces o personas poderosas que sometían a los trabajadores a vivir en un círculo vicioso que propagaba la dependencia de los campesinos a sus capataces. Los campesinos eran personas que carecían de educación, gracias a este tipo de medidas la economía del país resulto notoriamente estable y creciente.  ¿Es lo que México necesita? ¿Personas no sabientes sometidas?
Durante los últimos años, se ha dado un apoyo significativo a las personas que se dedican al campo, principalmente a quienes no tienen posibilidades de asistir a escuelas  con programas que los impulsen a ser personas preparadas y con conocimientos que los incentiven  a crecer en el ámbito intelectual. México forjándose una meta encaminada a un infinito vacío del cual no se conoce aún la principal idea, marcha sin dar pauta a que las verdaderas riquezas que engalanan nuestro país sean usadas propiamente pues existen cientos de carreras y reformas para apoyar la educación que siguen vigentes sin dar resultados, la cruda verdad es que las carreras en las que la mayoría de las personas confía no son carreras que soporten los ideales de México como potencia de producción sino carreras que sobajan la labor de las actividades económicas primarias. Un Mexicano aspira a tener una gran empresa, a ser estrella de rock, a manipular el ADN del mundo, olvidándose de las necesidades que el lugar que lo sostiene necesita.
¿Qué propago que se menospreciarían  este apasionante oficio?
Volvemos al Porfiriato, las personas que dirigían las principales organizaciones eran personas poderosas en su mayoría de la descendencia española  quienes recibían admiración, respeto y miedo por medio de sus trabajadores ellos al mismo tiempo se dieron cuenta de que las oportunidades eran más amplias para quienes se encontraban al mando de los ferrocarriles, empresas manufactureras y otros establecimientos  y empezó así el desplazamiento de la agricultura como una manera de sostener al país.  Los campesinos preferían ahora trabajar en obras como la producción y no la recolección.
Existen muchos casos como el siguiente: En Cd. Serdán  los padres dedicados al campo, aspiran a que sus hijos obtengan un título, que estudien y que  superen lo que ellos han hecho, los hijos viajan a las grandes ciudades a estudiar  con el propósito de superarse a sí mismos y se dan cuenta en su mayoría de que el campo no es un oficio que los satisfaga completamente, prefieren hacer cosas como las que hacen las actuales potencias mundiales  y no se dan cuenta que están en México. Ellos pocas veces regresan a realizar el trabajo que sus padres realizan en el campo.
La idea de que alguien crezca como ser humano mediante el estudio es un claro ejemplo de que México se quiere superar, pero debería empezar a hacerlo con estímulos para que la gente mexicana se dedique a rendir todo su potencial ante las ventajas materiales  y las oportunidades que no ofrecen ni el gobierno, ni la sociedad, ni los grandes monopolios sino LA TIERRA MISMA.
Lo que México necesita es darles su digno lugar a las personas que trabajan el campo, incentivarlos a seguir llevando a cabo su excelente labor. Los principales retos los plantemos nosotros, nadie quiere regresar a vivir de la manera en la que se vivió durante los años de 1890 a 1911, explotados por una minoría para sacar provecho del campo, debemos ser comenzar a confiar en México creando carreras que hagan posible direccionar los talentos que mexicanos hacia puntos clave que se arraiguen a lo que verdaderamente somos:  MEXICANOS CAPACES DE SACARLE JUGO A LO QUE NUESTRO PAIS NOS OFRECE.